top of page

Beneficios del bonsái


El bonsái es un arte y una disciplina que se ha practicado por centurias en Japón y China. Esta disciplina se centra en representar la naturaleza y cultivar árboles a través de técnicas como trasplante, poda, pinzado y herramientas. Diferentes estudios, como el de WROCLAW University of environment and life sciences, categoriza define el bonsái  como “arte de miniaturización,… es una disciplina conectada y equiparable con la filosofía, la pintura, la escultura, arquitectura, entre otros artes”.




Una de las características inherentes de este arte, es la paciencia, así como un cierto conocimiento de agronomía y jardinería (el cual, con el tiempo y el gusto que desarrollará al practicar esta disciplina, lo irá obteniendo. Esto te lo puedo asegurar porque hablo por experiencia propia).  Es cierto que saber donde buscar y que buscar de jardinería, agronomía y otras disciplinas involucradas, llega a ser abrumador o desesperante, al grado que es uno de los motivos por el cual las personas se alejan de este arte.


Un estudio surafricano publicado en 2018 con el título “Influencia del bonsái en la salud y el bienestar como recurso sin explotar” concluye que  “…integra la relajación, el ocio y la terapia artística en un medio que puede tener valor personal, emocional, comercial y curativo…”. Los beneficios que uno obtiene al practicar esta disciplina son mayores. No solo a personas que buscan un “hobbie” que los relaje, sino también, a personas que sufren de ansiedad, depresión, tdah, estrés, entre otras cuestiones.

 

El bonsái y sus beneficios

El bonsái, por esta conexión con otras artes y por su naturaleza, genera en uno un estado de meditación y mindfulness. Ha permitido el desarrollo de la llamada bonsaiterapia o terapia de bonsáis en países de Europa y Norte América, ubica esta disciplina al nivel de diferentes líneas terapéuticas. Los beneficios de este arte como terapia han dado excelentes resultados a nivel cognitivo, físico, conductual y emocional. Como toda tarea que implica atención plena y concentración, el bonsái permite una desconexión del ajetreó diario, bajando niveles de ansiedad y estrés, beneficiando el sistema circulatorio y respiratorio promoviendo un estado de relajación fisiológica y psicológica.


El sentimiento de logro al ver como va progresando nuestro árbol elimina el estrés y genera en nosotros un sentimiento de logro personal, así como una conexión con la naturaleza al contemplar y sentir con nuestras manos lo que hemos hecho. Su conexión con otras artes, como mencionamos anteriormente, genera en uno un placer estético al trabajar en nuestros árboles buscando el mejor aspecto para ellos y al momento cunado forma parte de nuestro hogar, trayendo una sensación de logro y satisfacción visual. En este sentido, nos ayuda a conectar con la naturaleza al generar en nosotros un interés por las plantas, saber más sobre el tema este arte y generando en nuestro hogar tranquilidad y bienestar.


Nuestra percepción, paciencia y creatividad se ven estimuladas. Las temporadas, los tiempos de crecimiento, entre otras especificaciones, hacen que el proceso de crear un bonsái tome meses hasta años para alcanzar su esplendor total. Por esta razón, nuestra paciencia, percepción y otras cualidades se ejercitan al practicar bonsái. Así mismo, nuestra creatividad se desarrolla al momento de estar planificando como querremos nuestro bonsái, que rama será alambrada, como lo vamos a podar fomenta nuestra creatividad.


Así mismo, como sucede con actividades que implican aprendizaje y dominar nuevas técnicas y habilidades, esta disciplina beneficia nuestra autoestima. Al ver los resultados y el avance que se obtiene, nuestra fuente de satisfacción y recompensa personal incrementa, resultando en un incremento de nuestra confianza y autopercepción.


Así como tener una mascota, aunque diferente en un sentido de cuidado, es claro que el cultivar un bonsái crean un fuerte vínculo emocional, y en contraste con nuestras amadas mascotas, un bonsái es una compañía para toda la vida, inclusive puede acompañar a varias de nuestras generaciones, ya que estos árboles han llegado sobrepasar los 400 años, como en el caso de un bonsái robado en Tokio. Aunque el valor de este ejemplar oscila en más de 80 mil euros, el impacto emocional y el vínculo que se crea con nuestros bonsáis, orillo a la familia que era dueña declarar …”Es como si nos hubieran cortado nuestras extremidades”… así como dar indicaciones de cuidados necesarios en televisión nacional con el objetivo de que no muriese el árbol


 
 
 

Comentarios


  • Facebook
  • Pinterest
  • Instagram

© 2024 by Carlos Jaramillo

bottom of page